miércoles, 18 de diciembre de 2013

PINCELADAS DE UN VIAJE


Hola a tod@s:
 
¡Volveré!Esa es la sensación que tengo después de que hayan pasado unos días del viaje que me dio la oportunidad de visitar Zaña, la ciudad que vio morir a nuestro Patrón Santo Toribio. Porque tengo esa sensación que tantas veces he oído en boca de algún visitante que descubre Mayorga y a su gente. Y eso es lo que a mí me ha pasado con Zaña. Me ha enganchado.

Porque al igual que aquel visitante que se pierde en la mágica noche del 27 de septiembre al compás del pasodoble “El Vitor” y no deja de tararear su música nunca, yo tampoco olvidare los compases del lundero de Zaña. Dos pueblos unidos por la historia que además me ha sorprendido que comparten una magia que no se adquiere, no se compra…se tiene.

Porque lo vivido en Zaña durante los días de mi visita con motivo del 450 aniversario de su fundación como ciudad española, son de esas cosas que hacen que los pueblos se distingan y sean únicos, especiales. 

Décimas, bailes, danzas, comparsa, serenata…un broche de oro a un aniversario en el que he tenido el honor de participar. Un día central repleto de actos: la Misa, el Desfile de Instituciones y Colegios, la Sesión Solemne a la que asistieron, entre otras personalidades, el Consejero Cultural de la Embajada Española en Perú y Walter Alba, reconocido Arqueólogo descubridor del yacimiento de las Tumbas de Señor de Sipan y director del magnífico museo del mismo nombre en Lambayeque.



Gracias a todos aquellos que a lo largo de esos días me hicieron sentir como en casa, como uno más. Gracias a la Municipalidad de Zaña con su Alcalde Luis, regidores y empleados. Gracias a la Parroquia Santo Toribio y a la Hermandad. Gracias al Instituto Mayorga. Gracias a la Universidad Católica de Santo Toribio. Al Obispado de Chiclayo. A José Antonio Benito y a los mayorganos Teófilo y Jesús. Todos, desde el primero al último me hicieron disfrutar de cada uno de los actos programados en los que representé al pueblo que vio nacer a nuestro Santo.
 
Y gracias también por los nombramientos que como Alcalde de Mayorga he recibido por parte de la Municipalidad de Zaña como Huésped y Visitante Ilustre; y por parte de la Universidad Católica de Santo Toribio como Visitante Ilustre. No me queda más que sentirme muy honrado y agradecido por tan distinguidos reconocimientos. 

Una experiencia inolvidable y además emocionante que me dio la oportunidad de visitar los lugares donde Santo Toribio trabajó incansablemente y “sin reservar ni aún su camisa”. Además del lugar donde murió, donde descansaron sus restos hasta que fueron trasladados a Lima y donde descansan: la Catedral y el Palacio Arzobispal de Lima. Porque emoción es lo que se siente al comprobar la tarea del santo y al poder encontrarse con los restos de nuestro paisano. 


“Ustedes lo hicieron y nosotros lo gastamos”. Palabras de Monseñor Esteban Puig que resumen perfectamente la vida de nuestro Santo. Un Santo que como en mis intervenciones en Perú señalaba, continúa siendo el mejor embajador de nuestros pueblos más de cuatrocientos años después de su muerte. Estoy convencido de que este viaje servirá para estrechar los lazos que forjó Santo Toribio, y que sus dos pueblos podremos trabajar conjuntamente en favor de la cultura, las tradiciones y los orígenes de nuestros pueblos.

Un abrazo de vuestro Alcalde.

Alberto Magdaleno de la Viuda.

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