EL CASO DE LA SENTENCIA

En un tiempo como en el que vivimos, en el que parece que no hay nada más allá de la política, en concreto la política económica; y cuando recibimos bombardeos diarios de cifras de parados, de déficit, de prima de riesgo… este viernes irrumpió en la actualidad una noticia de las que no dejan a nadie indifente.

Hablo de la sentencia del caso de Marta del Castillo, y a la que me dirijo como el caso de la sentencia en esta entrada. No puedo entender, y a buen seguro muchos de vosotros tampoco, como a un acto así, con una víctima a la que a pesar de no haber aparecido no olvidaremos y una familia destrozada por no poder velar por el descanso en paz de su niña, le corresponde una sentencia de este calado. 

Evidencia, este sentimiento común, que algo falla en el sistema cuando se puede cometer una barbarie de semejante calado y que la justicia, que considero que gracias al esfuerzo de muchos y al Estado de Derecho en el que vivimos funciona, se torne en una injusticia que nos haga caer en un descrédito generalizado.

Respeto la sentencia pero no la comparto, como no la comparte una mayoría de la sociedad. Y eso no debe hacer otra cosa que alentar a nuestros dirigentes a trabajar para seguir mejorando un sistema que en ocasiones como estas se vuelve injusto en su justicia. Por eso, uno se alivia cuando escucha que noticias como estas no caerán en el olvido y que se actuará en consecuencia.

Porque la sentencia del caso, nunca debe ser el caso de la sentencia.

Todos con Marta.

Un abrazo de vuestro Alcalde.

Alberto Magdaleno de la Viuda.